miércoles, 5 de noviembre de 2014

La autoestima en los adultos mayores

La autoestima, es considerada desde siempre una fuente vital para que el ser humano pueda desarrollarse plena y satisfactoriamente, ya que de una adecuada autoestima dependerá la relación que tengamos con nosotros  mismo y con los demás.

El sentirnos bien con nosotros mismo, aceptarnos, querernos, sentirnos únicos y valiosos,  y capaces, no sólo con nosotros mismos, sino también con nuestra familia, amigos y toda la sociedad en sí, en eso se consiste la autoestima, tener un autoconcepto positivo de uno mismo, sentir que tengo capacidades para poder realizar toda meta que me proponga, y de esa manera ver la vida de optimistamente.

Por todos esos motivos que cumple la autoestima en cada ser humano, es de suma importancia que se vea trabajada e implicada en los adultos mayores. A medida de que pasa el tiempo el adulto mayor va teniendo cambios físicos, psicológicos y sociales, que pueden llega a influir negativamente en los conceptos que tienen de sí mismos. Definitivamente, esos cambios no se dan en todos los adultos mayores, como sabemos cada ser humano envejece a un diferente ritmo y con distintos cambios, una persona que ha llevado una vida saludable, lo más probable es que llegue a la edad adulta lúcida, con iniciativas, con algunas potencialidades y sobre todo con una buena autoestima.

Es importante que la familia o el entorno más próximo al le brinde herramientas para que este pueda trabajar en su autoestima y no se interponga en su vida diaria. Para ello se recomienda reconocer todas las habilidades del adulto mayor, resaltar todas esas virtudes que lo hacen especial y único, por otro, dejar que realice sus actividades por sí solo, si en caso aún las puede ejecutar con facilidad. Otro factor importante es descubrir en qué es bueno el adulto mayor y utilizar aquello para que se sientan bien consigo mismo, para eso se deben reconocer todas las limitaciones, recordar que no existe ser humano perfecto en esta vida, que siempre van a e existir limitaciones, pero todo ello no debe influir de manera negativa en su vida diaria y social.

Por último, se recomienda que el adulto mayor se mantenga relajado, que evite las preocupaciones, que lea, ya que de esa manera ayuda a su memoria y evita cualquier tipo de demencia, que realice actividades manuales aprenda nuevas cosas y participe activamente en grupos de la comunidad.



Fuente: Cartilla n°1 “Por un envejecimiento activo, productivo y saludable”

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