La gran importancia del sueño
radica en mantenernos saludables tanto física como mentalmente. Durante todas
las horas de sueño el cuerpo descansa y recupera todas las energías que han
sido gastadas durante todo el día, de ese modo, el cuerpo se renueva y va
preparar al adulto mayor para sus actividades diarias, logrando ejecutarlas con
buen humor, optimismo y facilidad.
A medida que se va envejeciendo
las horas de sueño van disminuyendo gradualmente, aproximadamente un adulto
mayor puede dormir entre 6 a 7 horas, teniendo en cuenta que se vuelven más
susceptibles a que su sueño sea interrumpido hasta por un mínimo ruido, así
como también ha quedarse dormido en cualquier momento del día, por ello lo
difícil que es conciliar el sueño por la noches.
El sueño en los adultos mayores permite que se
mantenga activo y saludable, mejora su capacidad de atención y concentración,
el estado de ánimo se ve influenciado positivamente, la capacidad de memoria se
ve favorecida, mejoran las respuestas al estrés, lo cual lo permite estar libre
de preocupaciones.
Por último, se recomienda al
adulto mayor que no tomo siestas muy largas por la tarde, que se asegure que su
cama, almohada sean confortables, evitar el hábito del café, tabaco o gaseosas,
tener un horario fijo para conciliar el sueño, disminuir la ingesta antes de
acostarse y no realizar ejercicios antes de dormir.
Fuente: Cartilla n°1 “Por un envejecimiento
activo, productivo y saludable”. MIMSA
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