La pérdida de un ser querido es
realmente doloroso, y más si con este se ha convivido gran parte de la vida. Sin
embargo, la viudez no tiene el mismo efecto en ambos sexos, en otras palabras,
la viudedad es una condición esencialmente femenina. Existen un mayor número de
viudas que de viudos, todo ello se debe a que las mujeres viven más que los
hombres, a que en una mayor parte las mujeres se casan con hombres mayores que
ella y que los hombres se vuelven a casar con más frecuencia después de
quedarse viudos.
La viudedad produce efectos
negativos en la salud física y
psicológica del adulto mayor, se incrementan las probabilidades de adquirir
alguna enfermedad. Por lo que se refiere a la diferencias de sexo, los hombres
viven la viudez más traumáticamente que las mujeres, por ello presentan
problemas de adaptación y se produce un mayor impacto psicofisiológico, tienen
dificultad para realizar las tareas del hogar por sí solos, así como también,
dificultad para establecer nuevas relaciones.
En el caso de la mujer, la
viudedad tiene un menor impacto, ya que cuenta con el apoyo de otras mujeres que
han vivido lo mismo, por ello se siente comprendida y apoyada.
La viudedad es una de las
situaciones más traumáticas que acontecen a lo largo de la vida. Afectando no
solo al varón, sino también a la mujer, y más cuando estos son adultos mayores.
Para ellos la pérdida de su compañero de toda la vida genera mucha tristeza,
mucha soledad. Definitivamente el apoyo y el amor en la vida diaria son indispensables
para que el adulto mayor pueda sentirse bien y contento, de esa manera vivir un
proceso de envejecimiento óptimo y exitoso. Los familiares deben apoyarlos y
brindarle todo el amor y apoyo necesario.
Fuente: Fernández Ballesteros, R. (1999). Que es la Psicología de la Vejez... Madrid: Biblioteca Nueva. 229 pps.
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